Una historia de reencuentro, nostalgia y afectos que sobreviven al tiempo.

✨ El poder de los reencuentros
¿Qué pasa cuando la vida nos da la oportunidad de mirar a los ojos a alguien que fue parte de nuestra historia, después de casi tres décadas?
Este relato no solo habla de una reunión entre amigas, sino de cómo los vínculos pueden resistir el paso del tiempo, los silencios y las distancias. Acompáñame a revivir este encuentro que me dejó el corazón lleno de memorias y emociones.
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📚 El origen de una amistad que cruzó fronteras
Tengo una amiga del colegio llamada Martha, quien se fue a vivir a España después de que nos graduamos del Bachillerato. Muchos años después, cuando mi hijo tenía unos 7 u 8 años, Margoth, otra amiga del colegio, me contactó por WhatsApp. Me contó que había hablado con Martha por Facebook y me preguntó si estaba de acuerdo en crear un grupo de WhatsApp con los compañeros del curso.
Le dije, muy emocionada, que estaba súper de acuerdo. Margoth se encargó de contactar al resto de amigas y amigos, y poco a poco fue llenando el grupo. Estuvimos en contacto durante un tiempo, pero con los años algunos fueron saliendo. La primera en salir fue Martha, y nadie supo por qué.
Con el paso del tiempo, solo quedamos seis personas en el grupo.
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📩 El mensaje que lo cambió todo
El 29 de julio de este año, Martha me escribió por Messenger. Me dijo que vendría a Ecuador en agosto y que le gustaría verme. Le respondí que sería genial reencontrarnos después de 28 años.
El 11 de agosto, me llegó otro mensaje: ya estaba en la ciudad y quería tomarse un café conmigo antes de regresar. Yo, ¡encantada!, le dije que sí. Quedamos para el miércoles en la mañana.
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🍵 El reencuentro: aromas, memorias y confesiones
Ese miércoles nos encontramos. Fuimos a tomarnos unas tazas de aguas aromáticas y quimbolitos. Ella pidió agua de horchata y yo una de canela.
Conversamos de muchas cosas:
- Su vida en España, su trabajo, sus hijos y esposo.
- Cómo conoció a su pareja y cómo es vivir en Madrid.
- Yo le conté sobre mi relación fallida, sobre mi hijo, y sobre mi posible viaje a la Feria del Libro de Bogotá, además del miedo que me da volar, ya que nunca he viajado en avión.
Durante la charla, Martha me confesó el motivo por el cual se salió del grupo y cortó comunicación con todos: uno de nuestros amigos, quien fue su novio en el colegio, la contactaba en privado, diciéndole que aún la amaba. Incluso llegó a llamarla por teléfono, y por mala suerte, contestó su esposo. Esto le causó un conflicto, y por eso decidió cortar todo tipo de comunicación.
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⏳ Una hora que supo a poco
Estuvimos conversando por una hora aproximadamente, pero nos faltó mucho por decir. Al terminar, tomé el bus para regresar a casa y conectarme al trabajo a las 10:00 a.m. En el camino, me sentía muy feliz. Me encantó reencontrarme con mi amiga después de 28 años. Fue increíble.
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💭 Reflexión final: lo que nos devuelve el tiempo
A veces la vida nos regala reencuentros que parecen pequeños, pero que en realidad nos devuelven fragmentos de quienes fuimos.
Volver a mirar a los ojos a una amiga de la adolescencia, después de casi tres décadas, fue como abrir una caja de memorias que aún respiran. No todo fue perfecto, ni todo se dijo, pero lo vivido bastó para recordarme que el afecto verdadero no se mide en frecuencia, sino en profundidad.
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💌 ¿Y tú, a quién podrías reencontrar?
¿Tienes alguna amistad que quedó en pausa por los años, la distancia o los silencios?
Tal vez hoy sea un buen día para escribirle, para proponer un café, para abrir esa puerta que nunca se cerró del todo.
Los reencuentros no siempre resuelven, pero sí reconcilian partes de nosotros que creíamos olvidadas.
